Historia

Bodega Sepúlveda

Bodega Sepúlveda es un establecimiento centenario dónde se mantienen las tradiciones culinarias barcelonesas puestas al día. Fue tasca hasta el año 1936, cuando se vendían vinos a granel, según la práctica de la época. El 2 de octubre de 1952, fue comprada por el abuelo del actual propietario, el señor Llorens Solà, que había sido maître del Rey Alfonso XIII y es el responsable de haber inculcado buenas prácticas culinarias a una familia que regentó durante años la fonda Casa Solà, de Gelida.

El nieto del propietario fundador y actual, Josep Solà, trabajaba en el bar mientras estudiaba comercio, una actividad que años después le llevó a vivir temporadas en el Líbano. Tras la desaparición de su padre se hizo cargo de la Bodega. Tenía la cultura estética suficiente por entender que el ambiente y la decoración de esta casa formaban parte de un patrimonio que en Barcelona se estaba destruyendo a medida que la ciudad cotizaba al alza. Asimismo, su concepción de la gastronomía potenciaría una oferta, no siempre a la moda, de guisos de cuchara que a la larga le proporcionaría su actual clientela de buenos gourmets de todas edades y clases sociales.

Josep Solà, conjuntamente con su esposa, Joaquina, y sus hijas Núria y Sonia, han inventado el concepto de tapas con mantel, una forma de comida que recuerda el tradicional almuerzo de tenedor catalán, que permitía comer, fuera de los horarios tradicionales, espléndidas cazuelas y embutidos de calidad. Bajo unas luces que ya son de colección, impregnadas de la vitalidad de una familia que ha preferido la hostelería a las carreras universitarias, el comensal tiene la posibilidad de recuperar una culinaria de raíces profundas, moderna en la concepción de la calidad de materia primera. Una extensa carta de vinos en la cual se aprecia el oficio del patriarca, contribuye a perfilar un establecimiento que debe figurar en nuestra agenda si creemos que comer es algo más que un frío ejercicio de los sentidos.